Tras el fiasco informático en la declaración del IRPF del pasado año, la Diputación foral de Bizkaia ha optado por la prudencia y aplicar calendarios más laxos a sus iniciativas en la relación entre Hacienda y sus contribuyentes.
En ese contexto, el Ejecutivo foral ha decidido aplazar la elaboración automática de las declaraciones de IVA, que debía estrenarse la próxima semana dentro del conocido como plan Batuz. Un total de 7.375 empresas y autónomos se habían apuntado para arrancar ya de forma voluntaria en este programa, que incorpora otras piezas en un complejo puzzle de lucha contra el fraude, como es el caso de la factura digital, TicketBai. La declaración automática del IVA, elaborada por la Administración y no por los contribuyentes, se implantará más adelante, aseguraron ayer fuentes de la Hacienda de Bizkaia. Previsiblemente, apuntaron, a finales de junio.
Los problemas con la implantación de nuevos sistemas en la declaración de Renta de la pasada campaña 2021 han llevado a los responsables tributarios vizcaínos a introducir algo de calma en sus planes. La declaración automática del IVA no es la primera que se somete a un aplazamiento, ya que la propia implantación obligatoria de TicketBai, prevista inicialmente para el 1 de enero de este año, ha quedado postergada hasta el arranque de 2024.
Además de emitir las facturas con un software especial que permite generar los códigos informáticos, quienes ya trabajan con el sistema de emisión de facturas TicketBai de forma voluntaria han puesto en marcha también la elaboración del LROE, el Libro de Registro de Operaciones Económicas, que ya existía (con alguna variante) para los autónomos y las grandes compañías, pero es completamente nuevo para las pymes. En la práctica, es un registro en la sede digital de Hacienda de las facturas emitidas -esta parte se construye de forma automática con TicketBai- y también de las recibidas de los proveedores (además de otros datos, como el de bienes afectos de inversión y en general cualquier operación de contenido económico llevada a cabo por el obligado tributario. El cruce de ambas es lo que permite a Hacienda tener un cálculo exacto del IVA vinculado a cada contribuyente. Pero, de momento, esta parte ha quedado ‘congelada’, con el objetivo de rodar aún más la aplicación y permitir que los contribuyentes avancen en la adaptación de sus sistemas informáticos.
Fuente: El Correo